Mis hijos se ponen de todos los colores con este plato. Es muy sencillo y diferente pero con el auténtico sabor agridulce de este plato tan típico que todos pedimos cuando vamos a un restaurante chino.
Ingredientes:
*medio kilo de magro de cerdo
*harina (para enharinar el cerdo)
*vino blanco
*caldo o agua con una pastilla de caldo
Para la salsa:
*un vaso de agua
*tres cucharadas soperas de azúcar
*tres cucharadas soperas de vinagre
*dos cucharadas soperas de salsa de soja
*una cucharada sopera de tomate frito
*una cucharadita de maicena
Preparación:
Salpimentamos el magro de cerdo cortado a trocitos y lo enharinamos. Ya sabéis que la forma más fácil y limpia de hacerlo es poner una cucharada de harina en una bolsa e introducir el cerdo, cerramos y agitamos muy fuerte la bolsa. Cuando la abrimos tenemos el cerdo perfectamente enharinado y no hemos manchado nada.
Sofreímos el cerdo para que quede dorado y añadimos un poquito de vino. Cuando evapora un poco, añadimos el caldo o agua para bajar el fuego y dejarlo cociendo durante unos 20 o 25 minutos o hasta que la carne esté bien blandita.
Pasado ese tiempo, preparamos la salsa: para ello disolvemos la maicena en un poquito de agua y mezclamos el resto de los ingredientes. Cuando están bien mezclados añadimos la maicena y seguimos removiendo.
Lo añadimos a nuestro guiso y dejamos cocer otros 10 minutos.
La salsa espesará y le dará un sabor buenísimo.
Podéis hacer esta receta con las típicas verduras que acompañan al cerdo agridulce (pimiento, cebolla, zanahoria...). En ese caso las añadís al sofreír el cerdo y las dejáis cociendo con él. Yo no lo hago porque una de mis hijas no me lo probaría. Pero queda delicioso.
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